Sobrepeso y obesidad Causas y factores de riesgo
¿Cuáles son las causas del sobrepeso y la obesidad?
Con el tiempo se puede desarrollar sobrepeso y obesidad si se consumen más calorías de las que se usan. Eso se describe también como desequilibrio de energía: cuando la energía que entra (calorías) no es igual a la energía que sale (calorías que el cuerpo usa para acciones como respirar, digerir alimentos y hacer actividad física).
El cuerpo usa ciertos nutrientes, como los carbohidratos o azúcares, proteínas y grasas, de los alimentos que ingerimos para producir y almacenar energía.
- Los alimentos se transforman en energía para el uso inmediato a fin de sostener las funciones corporales y la actividad física de la rutina diaria.
- Los alimentos se almacenan como energía para uso futuro en el cuerpo. Los azúcares se almacenan en forma de en el hígado y los músculos. Las grasas se almacenan principalmente en forma de en el tejido adiposo.
Un desequilibrio de energía hace que el cuerpo almacene más grasa de la que se puede usar ahora o en el futuro. Pero el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad está determinado por algo más que la cantidad de alimentos que comemos. También incluye los tipos y la cantidad de alimentos y bebidas que consumimos cada día, el nivel de actividad física (por ejemplo, si se realiza un trabajo de oficina sentado frente a un escritorio o si se pasa todo el día de pie) y la cantidad de horas de sueño de buena calidad por noche.
Todos esos factores, junto con muchos otros, pueden contribuir a un aumento de peso.
¿Qué aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad?
Hay muchos factores de riesgo de sobrepeso y obesidad. Algunos son factores individuales, como el conocimiento, las habilidades y las conductas. Otros se encuentran en el entorno, como la escuela, el lugar de trabajo y el vecindario. Además, las prácticas de la industria alimentaria y el marketing y normas y valores sociales y culturales también pueden influir en el riesgo.
Tal vez no pueda modificar todos sus factores de riesgo para sobrepeso y obesidad. Pero conocer su riesgo es importante como ayuda para tomar medidas para alcanzar un peso saludable y disminuir el riesgo de problemas de salud relacionados con la obesidad, como la enfermedad cardíaca.
Falta de actividad física
La falta de actividad física, combinada con muchas horas de televisión, computadora, videojuegos u otras pantallas, se ha asociado con un índice de masa corporal (IMC) alto. La mayoría de los adultos necesitan al menos 150 minutos de actividad aeróbica por semana. También se recomienda que los adultos hagan actividades de fortalecimiento muscular de los principales grupos musculares 2 o más días por semana, ya que esas actividades tienen beneficios adicionales para la salud. Los niños deben hacer 60 minutos de actividad aeróbica por día. Vea las recomendaciones de actividad física para diferentes grupos etarios.
Hábitos alimentarios poco saludables
Algunos hábitos alimentarios poco saludables pueden aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad.
- Comer más calorías de las que se usan: La cantidad de calorías que necesita varían según el sexo, la edad y el nivel de actividad física. Consulte las necesidades u objetivos de calorías para adultos como parte del plan alimentario DASH (en inglés). También puede hallar Hojas de consejos para padres (en inglés), donde encontrará una guía sobre la cantidad de calorías que los niños necesitan y maneras de reducir el tiempo que pasan frente a una pantalla.
- Comer demasiadas grasas saturadas: Según las Pautas alimentarias para los estadounidenses (en inglés), la cantidad de grasas saturadas en la alimentación diaria no debe ser superior al 10% de las calorías totales. En una dieta de 2,000 calorías, eso representa alrededor de 200 calorías, o unos 22 gramos de grasas saturadas.
- Comer alimentos con alto contenido de azúcar agregado: En la rutina diaria, trate de limitar la cantidad de azúcar agregado de su dieta a no más de 10% de las calorías ingeridas.
No tener suficientes horas de sueño de calidad
Las investigaciones muestran que existe una relación entre dormir mal —no dormir suficientes horas o no tener suficiente sueño de buena calidad— y un IMC alto. Dormir menos de 7 horas por noche habitualmente puede afectar las que controlan el impulso por comer. En otras palabras, no tener suficientes horas de sueño de calidad puede volvernos más propensos a comer en exceso o a no reconocer las señales de saciedad del cuerpo. Visite Privación y deficiencia del sueño (en inglés) para ver más información sobre los efectos de la falta de sueño en la salud.
Grandes cantidades de estrés
El estrés a largo plazo y a corto plazo puede afectar el cerebro y llevar al cuerpo a producir hormonas, como el cortisol, que controlan los equilibrios de energía y el impulso por comer. Esos cambios hormonales pueden llevar a comer más y almacenar más grasa.
Afecciones médicas
Algunas afecciones, como el síndrome metabólico (en inglés) y el síndrome de ovario poliquístico, conducen a un aumento de peso. Esas afecciones médicas deben ser tratadas para que el peso de la persona se acerque al rango normal o esté en el rango normal.
Genética
Algunas personas tienen una predisposición a un mayor peso. Los investigadores hallaron al menos 15 que influyen en la obesidad. Algunos estudios muestran que la genética puede tener un rol más importante en las personas que tienen obesidad que en aquellas que tienen sobrepeso. En personas con alto riesgo genético de obesidad, hacer cambios para un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir ese riesgo.
Medicamentos
Algunos medicamentos provocan aumento de peso al alterar las señales químicas que le dicen al cerebro que tenemos hambre. Estos incluyen:
- antidepresivos
- antipsicóticos
- betabloqueantes, que se usan para tratar la presión arterial alta
- anticonceptivos
- glucocorticoides, que suelen usarse para tratar enfermedades autoinmunes
- insulina, que es una hormona que se usa para controlar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes
Hable con su proveedor si nota que aumenta de peso mientras está usando uno de esos medicamentos. Pregúntele si hay otras formas del mismo medicamento u otros medicamentos que sirvan para tratar su afección médica pero que tengan un menor efecto en el peso.
El entorno
El entorno puede contribuir a una alimentación poco saludable y a la falta de actividad física. El entorno incluye todas las partes en las que uno vive y trabaja: el hogar, los edificios en los que se trabaja o se hacen las compras, las calles y los espacios abiertos. El tipo de restoranes y la cantidad de espacios verdes pueden contribuir al sobrepeso y la obesidad.
Algunos estudios mostraron que el acceso a aceras y espacios verdes puede ayudar a las personas a hacer más actividad física, y la presencia de tiendas de alimentos y mercados de agricultores puede ayudar a comer alimentos más saludables. Por el contrario, las personas que viven en vecindarios con más restoranes de comida rápida y con aceras inaccesibles o sin aceras o senderos son más propensas al sobrepeso y la obesidad.