Trastornos por coágulos de sangre Coagulación intravascular diseminada (CID)
¿Qué es la CID?
La coagulación intravascular diseminada (CID) es una afección poco común pero grave que causa una coagulación sanguínea anormal en todos los vasos sanguíneos del cuerpo. Usted puede presentar CID si tiene una infección o lesión que afecta el proceso normal de la coagulación sanguínea del cuerpo.
La CID evoluciona a través de dos etapas: coagulación hiperactiva seguida de sangrado.
- En la etapa uno, la coagulación hiperactiva causa la formación de coágulos de sangre en todos los vasos sanguíneos. Los coágulos pueden reducir o bloquear el flujo de sangre, lo que puede dañar los órganos.
- En la etapa dos, a medida que la CID evoluciona, la coagulación hiperactiva usa las plaquetas y los factores de coagulación que ayudan a la formación de coágulos de sangre. Sin estas y factores de coagulación, la CID causa sangrado justo debajo de la piel, en la nariz o la boca, o en lo profundo del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la CID?
Si cree que puede tener CID, esté atento a los siguientes síntomas:
- Sangrado en sitios donde tiene heridas o en la nariz, las encías o la boca
- Sangre en las heces o en la orina
- Moretones en pequeños puntos o parches más grandes en el cuerpo
- Dolor en el pecho
- Dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón en las piernas
¿Qué causa la CID?
La causa de la CID suele ser una como consecuencia de una infección, lesión o enfermedad. Algunas causas comunes incluyen:
- : se trata de una respuesta de todo el organismo a una infección que causa inflamación. La septicemia es el factor de riesgo más común de la CID.
- Daños importantes a órganos o tejidos: estos pueden ser causado por (en inglés) del hígado, pancreatitis, lesiones graves, quemaduras o cirugía importante.
- Reacciones inmunitarias graves: su cuerpo puede reaccionar de forma exagerada debido a una transfusión de sangre fallida, al rechazo de un trasplante de órgano o a una toxina como el veneno de serpiente.
- Problemas graves relacionados con el embarazo: entre ellos se incluyen la separación de la (en inglés) del útero antes del parto, la fuga de líquido amniótico a la corriente sanguínea o el sangrado grave durante o después del parto.
- Cáncer
La CID es una complicación poco común del COVID-19. Las personas que presentan CID tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones graves, como insuficiencia orgánica, que a menudo pueden poner en peligro la vida.
¿Cómo se diagnostica la CID?
Su médico diagnosticará la CID con base en su historia clínica, un examen físico y pruebas. Además, su médico buscará la causa de la CID, porque no ocurre espontáneamente.
Historia clínica y examen físico
Para ayudar a diagnosticar la CID, su médico le preguntará acerca de cualquier afección médica o evento reciente, como una enfermedad o lesión, que pudiera causar o ser un factor de riesgo para este trastorno. Su médico le hará un examen físico en busca de síntomas de coágulos de sangre, sangrado o una afección que podría causar CID o una complicación de la misma.
Análisis de sangre
Si su médico sospecha que tiene CID, es posible que le haga varios análisis de sangre. Con base en los resultados de los análisis de sangre, su médico puede usar un sistema de puntuación para diagnosticar la CID. Cuanto mayor sea la puntuación, mayor será la probabilidad de que usted padezca el trastorno. Para hacer un diagnóstico, su médico puede repetir algunas pruebas y observar su afección a lo largo del tiempo.
Pruebas para otras afecciones médicas
Su médico puede sugerir otras pruebas o intervenciones para determinar si una afección diferente está causando sus síntomas. Estas pruebas pueden incluir:
- Prueba ADAMTS13 para verificar las concentraciones de sangre y la actividad de esta proteína, que pueden ser bajas en una afección conocida como púrpura trombótica trombocitopénica
- Biopsia hepática y pruebas de la función hepática para comprobar si hay cirrosis o enfermedad hepática crónica, que pueden tener síntomas como de CID
¿Cómo se trata la CID?
El tratamiento para la CID depende de sus síntomas y de su gravedad. Los principales objetivos del tratamiento para la CID son controlar la coagulación y el sangrado y tratar la causa subyacente. La CID puede desaparecer una vez que se trate la causa subyacente. Mientras tanto, su médico puede usar medicamentos o intervenciones para ayudar a detener el sangrado.
Medicamentos
Su médico puede usar anticoagulantes, conocidos también como diluyentes de la sangre, para reducir la coagulación sanguínea. Estos se pueden administrar en forma de pastilla, inyección o por vía intravenosa. Los posibles efectos secundarios incluyen sangrado, especialmente si está tomando otros medicamentos que también diluyen la sangre, como aspirina.
Obtenga más información sobre los medicamentos para tratar los trastornos de la coagulación sanguínea como la CID.
Intervenciones y terapias
Las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
- Terapia de reemplazo de factores de la coagulación
- Transfusión de plasma
- Transfusión de plaquetas
Si la CID se deja sin tratar, puede presentar complicaciones causadas por una coagulación hiperactiva o por el sangrado que le sigue. Estas complicaciones pueden ser potencialmente mortales e incluir:
- Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA)
- Sangrado en el tubo gastrointestinal
- Ataque cardíaco
- Trauma/choque
- Accidente cerebrovascular
- Tromboembolismo venoso