Afecciones respiratorias del recién nacido Causas y factores de riesgo
¿Qué causa las afecciones respiratorias del recién nacido?
Cuando un bebé nace, pasa de vivir en el vientre a vivir en el mundo exterior. Esto requiere que ocurran muchos cambios en su cuerpo, especialmente en los pulmones. Para respirar fuera del vientre, los pulmones de un recién nacido deben adaptarse inmediatamente después de nacer.
- En el vientre, los pulmones del feto están llenos de líquido. En lugar de que el feto “respire”, la sangre que fluye a través de la
(en inglés) suministra oxígeno y otros nutrientes al feto.
- Los pulmones no suelen estar completamente formados hasta la semana 36 de embarazo.
- Cuando un bebé nace, los cambios hormonales y el trabajo de parto en sí impiden que los pulmones del bebé produzcan líquido. Cuando un recién nacido respira por primera vez, el aire que respira hacia los pulmones expulsa el líquido restante y la sangre puede fluir hacia los pulmones. Además, los pulmones del recién nacido producen una sustancia espumosa conocida como agente tensioactivo que ayuda a que sus pulmones permanezcan expandidos incluso cuando el bebé exhala.
Problemas en el desarrollo
Los cambios que sufren los pulmones de un bebé al nacer requieren muchos procesos complejos. Los problemas con cualquiera de estos pasos pueden causar que un recién nacido tenga una afección respiratoria. Por ejemplo:
- Cuando un recién nacido no produce suficiente agente tensioactivo, puede presentar el síndrome de dificultad respiratoria (SDR). Esto se debe ya sea a un nacimiento prematuro o a cambios (mutaciones) en el
que controla la producción del agente tensioactivo.
- Cuando los pulmones de un bebé no reabsorben suficiente líquido durante el trabajo de parto y el parto, se puede presentar taquipnea transitoria del recién nacido (TTN).
- Cuando la sangre no puede fluir hacia los vasos de los pulmones para obtener oxígeno, el bebé puede padecer una afección conocida como hipertensión pulmonar persistente del recién nacido (HPPRN).
Otros problemas
Pueden suceder otras cosas en el vientre, durante el parto o poco después del nacimiento que hacen que el recién nacido tenga dificultad para respirar.
- Infecciones: las
o los
pueden causar infecciones antes o después del nacimiento que pueden provocar neumonía o
.
- Aspiración de meconio: el meconio es la primera deposición que produce el feto y, a veces, puede llegar al líquido que rodea al bebé (conocido como líquido amniótico) antes de nacer. Si el bebé inhala el líquido, lo que se conoce como aspiración, este puede llegar a los pulmones. Esto puede bloquear las vías respiratorias y causar
pulmonar, que puede provocar problemas respiratorios en un recién nacido. A veces, a esto se le conoce como "síndrome de aspiración de meconio".
- Complicaciones de los tratamientos: los tratamientos para las afecciones respiratorias, especialmente si se necesita respiración mecánica, pueden hacer que el aire se escape de los pulmones y quede atrapado entre los pulmones y la caja torácica. Esto se conoce como neumotórax o colapso pulmonar.1
¿Qué aumenta el riesgo de las afecciones respiratorias del recién nacido?
Hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de que su recién nacido tenga una afección respiratoria:
- Parto prematuro: este es el más común. Los bebés que nacen varias semanas antes de la fecha prevista de parto suelen tener pulmones que no están completamente desarrollados. Esto puede causar problemas con la respiración.
- Problemas con el desarrollo cardíaco o pulmonar del bebé, que incluyen cardiopatías congénitas o trastornos pulmonares.
- Diabetes en la madre: la diabetes no controlada antes del embarazo o la presencia de diabetes durante el embarazo (conocida como diabetes gestacional) puede aumentar el riesgo de que el bebé tenga síndrome de dificultad respiratoria al nacer.
¿Se pueden prevenir las afecciones respiratorias del recién nacido?
La mejor manera de prevenir las afecciones respiratorias en los recién nacidos es reducir el riesgo de dar a luz de manera prematura durante el embarazo. No fumar ni beber alcohol, así como tener hábitos alimenticios saludables, pueden reducir la probabilidad de un parto prematuro.
En ocasiones el nacimiento prematuro se debe a otra afección o circunstancia que está fuera de su control. Si su proveedor cree que su bebé corre riesgo de nacer prematuro, puede recetarle un medicamento conocido como , que ayuda a que los pulmones de su bebé maduren y produzcan agente tensioactivo.
Si su bebé nace varias semanas antes de tiempo, todavía hay formas en que los médicos pueden prevenir las afecciones respiratorias. Aun cuando la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés) se usa normalmente como tratamiento para los problemas respiratorios, también se puede usar antes de que empiecen los síntomas para prevenir problemas respiratorios en los recién nacidos que nacen prematuros.