Hipertensión pulmonar Vivir con hipertensión pulmonar

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Una vez que se realiza el diagnóstico de hipertensión pulmonar, es importante que cumpla el plan de tratamiento, reciba atención regular y aprenda cómo monitorear su afección. Tomar estas medidas puede retrasar la progresión de la enfermedad y posiblemente mejore su salud. Su plan de tratamiento específico dependerá de la causa de su hipertensión pulmonar y cuán avanzada está.

La hipertensión pulmonar puede empeorar a lo largo del tiempo y producir problemas graves.

• La anemia se produce cuando el cuerpo no obtiene suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno.
• Las arritmias también se denominan latidos cardíacos irregulares debido a que cambia la velocidad de los latidos cardíacos.
• Pueden formarse coágulos sanguíneos en las arterias pulmonares.
• Puede ocurrir sangrado en los pulmones, lo que dificulta la respiración.
• Puede producirse insuficiencia cardíaca (en inglés) debido a que el corazón no bombea sangre de la manera que debería hacerlo.
• Puede ocurrir daño hepático que lleve a la insuficiencia hepática.
• Cuando se acumula líquido alrededor del corazón puede producirse un derrame pericárdico.
• Las complicaciones del embarazo pueden poner en riesgo la vida de la madre y el bebé.

Es importante que continúe recibiendo la atención de seguimiento de rutina que su proveedor de atención médica le recomiende.

• Realice un seguimiento minucioso con médicos especializados en hipertensión pulmonar. Las visitas pueden implicar la realización de pruebas, como las pruebas de tolerancia del ejercicio y los ecocardiogramas.
• Participe en grupos de apoyo, asesoramiento e iniciativas educativas que puedan ayudarle a manejar las actividades de la vida diaria, llevar adelante un embarazo exitoso y mejorar en general la calidad de vida.
• Reciba las vacunas recomendadas, como la vacuna anual contra la gripe y una vacuna antineumocócica, si tiene la edad adecuada.

Hable con su proveedor de atención médica acerca de los síntomas nuevos o que lo inquieten. Las personas con hipertensión pulmonar pueden necesitar realizarse pruebas en forma regular. Su médico le podrá recomendar pruebas o procedimientos para monitorear su afección y la forma en que responde al tratamiento.

• La prueba de caminata de seis minutos monitorea su capacidad para realizar ejercicio.
• Los análisis de sangre miden las concentraciones de hemoglobina, hierro y electrolitos, la función renal, hepática y tiroidea, la capacidad de coagulación de la sangre y los signos de sobrecarga en el corazón.
• Las pruebas cardíacas , que ven su corazón y cómo funciona, incluyen: 
  • Cateterismo cardíaco
  • RM cardíaca 
  • Radiografía de tórax
  • Ecocardiografía 
  • Electrocardiograma
• Las pruebas de función pulmonar controlan la aparición de algún cambio en la función pulmonar.

Si su hipertensión pulmonar es severa o no responde al tratamiento, su proveedor podrá hablarle acerca de un trasplante de pulmón o un trasplante de corazón y pulmón.

Si presenta dolor de pecho y falta de aire, busque atención médica de emergencia. Puede ser un signo de ataque cardíaco o un coágulo sanguíneo en los pulmones (embolismo pulmonar).