Accidente cerebrovascular Diagnóstico
Su proveedor de atención médica puede diagnosticar un accidente cerebrovascular (ACV) basándose en sus síntomas, antecedentes médicos, un examen físico y los resultados de ciertas pruebas. Su proveedor querrá averiguar el tipo de ACV que ha sufrido, su causa, la zona del cerebro afectada y si tiene sangrado en el cerebro. Si su proveedor piensa que ha tenido un ataque isquémico transitorio (AIT), buscará la causa para intentar prevenir un ACV en el futuro.
Pruebas de diagnóstico
Su proveedor de atención médica utilizará pruebas para ayudar a descartar otros problemas de salud con síntomas similares.
Las pruebas de imagen muestran los vasos sanguíneos del cerebro. Estas imágenes ayudarán a determinar qué tipo de ACV tuvo y en qué región exacta del cerebro se produjo. Cuanto más rápido se puedan realizar estas pruebas, mejor podrá su proveedor realizar el diagnóstico y comenzar el tratamiento. Hay varias pruebas de imagen que se utilizan para el diagnóstico de un ACV.
- La tomografía computarizada (TC o TAC) utiliza rayos X para tomar imágenes claras y detalladas del cerebro. A menudo se realiza tan pronto como se sospecha un ACV. Un TAC del cerebro puede mostrar si existe sangrado o si hay daños en las células cerebrales por un ACV.
- La resonancia magnética utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes del cerebro. Una resonancia puede usarse para diagnosticar un ACV en lugar, o además, de un TAC. Una resonancia puede identificar cambios en el tejido del cerebro y daño en las células cerebrales.
- Otros estudios por imágenes como una angiografía con sustracción digital y una tomografía por emisión de positrones (en inglés) pueden ayudar a encontrar un estrechamiento en los vasos sanguíneos del cuello, un aneurisma, o una malformación arteriovenosa (un ovillo de vasos sanguíneos) en el cerebro.
Su proveedor también podrá solicitar otras pruebas.
- Los análisis de sangre muestran un recuento de glóbulos rojos y plaquetas y miden los niveles de glucosa (azúcar) en sangre para verificar que están estables. Estos análisis también pueden ayudar a determinar si se puede utilizar un medicamento específico para tratar el ACV. Su proveedor también podrá utilizar los análisis de sangre para evaluar cómo coagula su sangre y comprobar si hay daño muscular.
- El electrocardiograma (ECG) puede ayudar a encontrar problemas de corazón que podrían haber dado lugar al ACV. Por ejemplo, esta prueba puede ayudar a diagnosticar una fibrilación auricular o un ataque cardíaco previo.
- Una punción lumbar (o punción espinal) puede ser útil si las pruebas de imagen no encuentran sangrado en el cerebro pero su proveedor todavía piensa que puede haberse producido un derrame cerebral (ACV hemorrágico). En esta prueba se utiliza una aguja para extraer líquido de alrededor de la médula espinal. El líquido espinal se analiza para buscar sustancias provenientes de células de la sangre dañadas.
Antecedentes médicos y examen físico
Su proveedor de atención médica le preguntará a usted o a un familiar acerca de sus factores de riesgo de ACV. Informe a su proveedor si usted o alguien en su familia ha sufrido un ACV. El proveedor también le preguntará acerca de sus síntomas y cuándo comenzaron. Durante el examen físico, el proveedor comprobará si usted tiene:
- confusión
- coordinación y equilibrio
- estado mental de alerta
- debilidad o pérdida de sensibilidad en la cara, los brazos y las piernas
- dificultades para hablar o ver con claridad
El examen ayuda a su proveedor a determinar la gravedad del ACV y planear el tratamiento.
Su proveedor buscará síntomas de enfermedad de las arterias carótidas, una causa frecuente de infarto cerebral (ACV isquémico). Auscultará las con un estetoscopio. La presencia de un sonido similar a un silbido, denominado soplo, puede sugerir cambio o disminución del flujo sanguíneo debido a la acumulación de en las arterias carótidas.