MÁS INFORMACIÓN
Fibrilación auricular ¿Qué es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular, o FA, afecta a más de 2 millones de adultos en los Estados Unidos, y es uno de los tipos más frecuentes de arritmias (ritmos cardiacos irregulares). El riesgo de desarrollar FA aumenta con la edad. Eso significa que, a medida que la edad promedio aumente en los Estados Unidos, más personas se verán afectadas por esta enfermedad.
La fibrilación auricular provoca latidos irregulares del corazón y, a veces, mucho más rápidos que lo normal. Además, las cámaras superiores e inferiores del corazón no funcionan en conjunto como deberían. Cuando eso ocurre, las cámaras inferiores no se llenan por completo o no bombean suficiente sangre a los pulmones y el cuerpo. Eso puede llevar a que la persona sienta cansancio, vahídos o mareo. También puede aparecer la sensación de que el corazón se saltea un latido, aletea, golpea o late con demasiada fuerza o demasiado rápido. También puede sentir dolor de pecho. La sangre puede acumularse en el corazón, y eso aumenta el riesgo de que se formen coágulos, que pueden llevar a un accidente cerebrovascular u otras complicaciones. La fibrilación auricular también puede ocurrir sin ningún síntoma, y eso puede dificultar su diagnóstico. La fibrilación auricular puede provocar una enfermedad cardiaca o empeorar una enfermedad cardiaca existente. Si no se trata, la fibrilación auricular puede llevar a complicaciones graves e incluso potencialmente mortales, como accidente cerebrovascular o insuficiencia cardiaca (en inglés).
A veces, la fibrilación auricular desaparece por sí sola. En algunas personas, la fibrilación auricular es un problema cardiaco constante que dura años. Con el tiempo, el ritmo cardiaco irregular puede ocurrir con más frecuencia y cada episodio puede durar más tiempo. Su proveedor de atención médica puede recomendarle medicamentos, procedimientos médicos y cambios en el estilo de vida para tratar la fibrilación auricular. El tratamiento puede recuperar el ritmo cardiaco normal, ayudar a controlar la frecuencia cardiaca y los síntomas, y prevenir complicaciones.