MÁS INFORMACIÓN
Trastornos pleurales Tratamiento
Llame al 9-1-1 si tiene dolor de pecho intenso o dificultad para respirar. Estos son signos de un neumotórax a tensión, que puede provocar un shock, una emergencia médica potencialmente mortal. Visite nuestro Tema de salud Choque cardiogénico para conocer
El tratamiento del trastorno pleural depende del tipo de trastorno pleural que tenga y de su gravedad. Algunos trastornos pleurales desaparecen sin tratamiento. Otros requerirán un procedimiento para extraer aire, líquido u otro material del espacio pleural. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y tratar la afección subyacente.
Medicamentos
El médico puede recomendarle medicamentos para tratar los síntomas o las causas de su trastorno pleural, que incluyen:
- Antibióticos, antimicóticos o medicamentos antiparasitarios para tratar una infección en el espacio pleural o en el pulmón.
- Corticosteroides para reducir la inflamación. Los corticosteroides pueden tener efectos secundarios graves con el uso a largo plazo.
- Morfina en dosis bajas para tratar la falta de aliento crónica (a largo plazo). Este medicamento tiene un riesgo de adicción.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno para reducir el dolor y la inflamación.
Procedimientos
El médico puede realizar uno o más procedimientos para tratar un trastorno pleural. Muchos de estos procedimientos se realizan mediante ultrasonido.
- Un tubo torácico para drenar líquido, sangre o aire del espacio pleural. Este proceso puede tardar varios días. Puede permanecer en el hospital mientras el tubo está colocado.
- Una válvula de Heimlich para evitar que el líquido y el aire entren en el pecho cuando inspira. El médico puede conectar esta válvula unidireccional a un tubo torácico o catéter pleural permanente (IPC), lo que le permite moverse más y puede permitirle que vaya a su casa a esperar que el pulmón se vuelva a expandir.
- Un IPC, o catéter pleural permanente, para drenar líquido pleural. Un IPC es un tubo delgado semipermanente que se deja colocado para que los pacientes o los cuidadores puedan drenar el líquido, generalmente algunas veces a la semana.
- Una inyección de medicamentos en el espacio pleural para romper el material que no se puede extraer con una aguja o drenar a través de un tubo torácico.
- Una válvula endobronquial unidireccional implantada en uno de los para permitir que el aire salga del espacio pleural pero no vuelva a entrar.
- Una pleurodesis para cerrar el espacio pleural ayudando a que los dos lados de la pleura se peguen. Para este procedimiento, el médico drenará el líquido del pecho a través de un tubo torácico. Luego, empujará una sustancia a través del tubo torácico hacia el espacio pleural. La sustancia irritará la superficie de la pleura y hará que las dos capas de la pleura se peguen, evitando que se acumule más líquido.
- Cirugía para extraer líquido, pus o coágulos de sangre que no se pueden extraer con un tubo torácico; para extirpar parte de la pleura; para quitar una o más costillas; o para cerrar el espacio pleural con un procedimiento de pleurodesis.
- La toracocentesis para extraer aire, sangre u otro líquido del espacio pleural con una aguja. Las posibles complicaciones incluyen neumotórax, dolor, hemotórax y otras hemorragias, infección y edema pulmonar. Las complicaciones son menos probables si se usa ultrasonido para guiar el procedimiento.
¿Qué sucede si los trastornos pleurales no se tratan?
Si no se tratan, o si no hay una buena respuesta al tratamiento, los trastornos pleurales pueden conducir a problemas de salud graves. Algunas de las posibles complicaciones incluyen:
- Atelectasia, un colapso parcial o completo del pulmón, que puede ser una complicación del neumotórax.
- Empiema, que es pus en el espacio pleural.
- Shock, que es una complicación potencialmente mortal del hemotórax o del neumotórax a tensión. Esto puede suceder cuando la presión arterial baja peligrosamente.
- Pulmón no expansible (atrapado o en proceso de atrapamiento), que puede ser una complicación del derrame pleural causado por cáncer, hemotórax o pleuresía.