Enfermedades pulmonares intersticiales Tratamiento
Su tratamiento para las EPI dependerá de la causa de su afección y de la gravedad de sus síntomas. Usted colaborará con su proveedor de atención médica para determinar un plan de tratamiento que más le convenga.
El tratamiento para las EPI no cura el daño pulmonar, pero puede evitar que empeore y ayudarle a respirar mejor.
Cambios saludables en el estilo de vida
Si la causa de su EPI son sustancias en su entorno o en el trabajo, deberá evitar esas sustancias. Si fuma, su médico le pedirá que deje de fumar, ya que puede empeorar el daño pulmonar y aumentar el riesgo de presentar problemas de salud.
Medicamentos
Dependiendo del tipo de EPI que tenga, su médico puede recetarle medicamento para ayudarle a respirar mejor. Estos medicamentos funcionan de diferentes maneras:
- Broncodilatadores: pueden relajar los músculos alrededor de las vías respiratorias. Esto ayuda a abrir las vías respiratorias y facilita la respiración. La mayoría de las veces, este medicamento se toma mediante un dispositivo conocido como inhalador. Los efectos secundarios pueden incluir mareo, temblores, dolor de cabeza y cambios en el sueño.
- Corticosteroides: pueden ayudar a tratar la en los pulmones. Puede tomarlos con un inhalador o en forma de pastilla. Los efectos secundarios comunes de los corticosteroides inhalados incluyen voz ronca o una infección en la boca conocida como candidiasis. Un espaciador o cámara de retención en su inhalador puede ayudar a evitar estos efectos secundarios. Los corticosteroides orales pueden tener más efectos secundarios que los corticosteroides inhalados, porque el medicamento sale de los pulmones.
- Antifibróticos (nintedanib y pirfenidona): pueden ayudar a desacelerar el daño pulmonar. Estos medicamentos bloquean los factores de crecimiento de las células que intervienen en la formación de la cicatrización pulmonar. Es posible que necesite tomar estas pastillas todos los días. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómito, cansancio, mareo, problemas digestivos, inapetencia, pérdida de peso y sensibilidad a la luz.
Oxigenoterapia
La oxigenoterapia es un tratamiento que suministra oxígeno para que usted pueda respirar. Se puede recibir oxigenoterapia a través de tubos colocados en la nariz, una máscara facial o un tubo colocado en la tráquea. Es posible que necesite oxigenoterapia si tiene una afección que causa que sus concentraciones de oxígeno en la sangre estén demasiado bajas.
La oxigenoterapia se puede administrar durante un período corto o largo en el hospital, en otro entorno médico o en la casa. El oxígeno supone un riesgo de incendio, por lo que nunca se debe fumar ni usar materiales inflamables cuando se esté usando oxígeno. Puede experimentar efectos secundarios de este tratamiento, como nariz seca o con sangre, cansancio y dolores de cabeza matutinos. La oxigenoterapia suele ser segura.
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar es un programa supervisado que incluye entrenamiento físico, educación sobre salud y técnicas de respiración para personas que tienen ciertas afecciones pulmonares, problemas pulmonares debido a otras afecciones o después de un trasplante de pulmón. Su proveedor puede hablar con usted sobre la rehabilitación pulmonar para ayudarle a respirar mejor y mejorar su calidad de vida.
Obtenga más información en nuestra página Rehabilitación Pulmonar.
Trasplante de pulmón
El trasplante de pulmón es una cirugía para extirpar un pulmón enfermo y reemplazarlo por un pulmón sano. Los trasplantes de pulmón se usan para mejorar la calidad de vida y prolongar la esperanza de vida de personas que padecen afecciones pulmonares crónicas graves o avanzadas que no responden a otros tratamientos.
Durante un trasplante de pulmón, recibirá anestesia general y no estará despierto durante la cirugía. Un cirujano le abrirá el pecho, cortará la vía respiratoria principal y los vasos sanguíneos y extirpará el pulmón enfermo. Luego conectará el pulmón sano del donante, volverá a conectar los vasos sanguíneos y cerrará el pecho. Después de la cirugía, usted se recuperará en el hospital durante una a tres semanas. Después de salir del hospital, irá a consulta con el médico con frecuencia para asegurarse de que se está recuperando bien.
Para ayudar a evitar que su cuerpo rechace el nuevo pulmón, deberá tomar medicamentos durante el resto de su vida que inhiban su . Practicar una buena higiene, vacunarse anualmente y adoptar opciones de estilo de vida saludable como una alimentación saludable para el corazón y no fumar son muy importantes.