Bronquiectasia Causas y factores de riesgo

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Identificar la causa primaria de la bronquiectasia puede ser difícil, ya que hay muchos factores que pueden producir lesiones en las paredes de la vías respiratorias.

Anteriormente, las infecciones infantiles como la tos ferina y el sarampión causaban muchos casos de bronquiectasia en los Estados Unidos. Sin embargo, estas infecciones son ahora menos comunes gracias a las vacunas y los antibióticos. En la actualidad, las causas de la bronquiectasia infantil suelen ser la fibrosis quística (en inglés), la discinesia ciliar primaria (en inglés) y determinados trastornos que debilitan el sistema inmunitario (el sistema de defensa natural del cuerpo). Estas afecciones rara vez provocan bronquiectasia entre adultos.

En adultos, entre los trastornos que pueden aumentar el riesgo de bronquiectasia se encuentran la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal. La bronquiectasia también se ha asociado a infecciones por micobacterias no tuberculosas (MNT) (en inglés), o MNT, que son organismos que se encuentran en el suelo, el polvo y el agua. Tener bronquiectasia aumenta el riesgo de infección por MNT, pero algunas personas enferman de bronquiectasia y MNT al mismo tiempo.

La bronquiectasia puede aparecer a cualquier edad. La mitad de los casos se producen después de los 65 años, y la mayoría de los casos en todo el mundo afectan a mujeres. En la infancia, sin embargo,  es más común en niños que en niñas.

La bronquiectasia puede ser congénita o adquirida (aparece con el tiempo).

• La bronquiectasia congénita afecta a los bebés y a los niños. Se produce por factores genéticos que afectan a la formación de los pulmones en el feto.
• La bronquiectasia adquirida se produce como resultado de otra afección o factor. Este tipo de bronquiectasia puede afectar a adultos y a niños de mayor edad. La bronquiectasia adquirida es más común que la congénita.

Los daños en las paredes de las vías respiratorias —por ejemplo, por una infección pulmonar grave o por infecciones reiteradas— suelen causar bronquiectasia adquirida.

Otras afecciones, como la obstrucción de las vías respiratorias, también pueden provocar bronquiectasia. Hay muchos factores que pueden provocar una obstrucción, como un bulto o un tumor no canceroso. Un objeto inhalado, como un fragmento de un juguete o un cacahuate que haya inhalado siendo niño, también puede causar una obstrucción de las vías respiratorias.

¿Qué factores aumentan el riesgo de padecerla?

Si tiene una afección que daña los pulmones o aumenta el riesgo de infecciones pulmonares, puede tener un mayor riesgo de padecer bronquiectasia. Los siguientes son algunos ejemplos de estas afecciones:

• La fibrosis quística (en inglés) provoca casi la mitad de los casos de bronquiectasia en los Estados Unidos.
• Los trastornos que debilitan el sistema inmunitario, como la inmunodeficiencia común variable (en inglés) y con menor frecuencia el VIH, pueden producir bronquiectasia.
• La aspergilosis broncopulmonar alérgica (en inglés), una reacción alérgica a un hongo llamado aspergillus, provoca la inflamación de las vías respiratorias.
• Los trastornos que afectan al funcionamiento de los cilios, como la discinesia ciliar primaria (en inglés), pueden causar bronquiectasia. Los cilios son estructuras pequeñas en forma de pelo que recubren las vías respiratorias. Ayudan a eliminar la  mucosidad  (un líquido espeso y resbaladizo) de las vías respiratorias.
• La aspiración pulmonar crónica (a largo plazo) es una afección que se produce cuando sustancias que se inhalan, como pequeñas partículas de comida o algo de líquido del sistema digestivo, llegan a los pulmones e inflaman las vías respiratorias.
• Las enfermedades del tejido conectivo, como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren y la enfermedad de Crohn, pueden contribuir al riesgo de tener bronquiectasia. 

¿Se puede prevenir la bronquiectasia?

Para prevenir la bronquiectasia, es importante prevenir las infecciones pulmonares y el daño a los pulmones.

• Obtenga las vacunas de la infancia contra el sarampión y la tos ferina. Estas vacunas también reducen las complicaciones producidas por estas infecciones, como la bronquiectasia.
• Vacúnese contra la neumonía, la gripe (o influenza) y el COVID-19 para reducir las probabilidades de que estas infecciones afecten a los pulmones.
• Evite los gases tóxicos, el humo y otras sustancias dañinas para así ayudar a proteger sus pulmones.
• Controle con tratamiento las infecciones pulmonares en los niños para ayudar a preservar la función pulmonar y prevenir los daños en los pulmones que podrían dar lugar a bronquiectasia.
• Manténgase alerta para evitar que niños y adultos inhalen objetos pequeños, como piezas de juguetes y pedazos de comida, que podrían atascarse en una vía respiratoria pequeña. Si cree que usted, su hijo u otra persona han inhalado un objeto pequeño, busque atención médica de inmediato.

En algunos casos, recibir tratamiento para la causa principal de la bronquiectasia puede ralentizar o impedir su evolución.