Tratamientos para trastornos sanguíneos
0
Tratamientos para trastornos sanguíneos

Tratamientos para trastornos sanguíneos Tratamientos para trastornos sanguíneos

bolsas de sangreLas transfusiones de sangre y los trasplantes de médula ósea son dos maneras en que los médicos pueden tratar los problemas sanguíneos Vea más información sobre esos procedimientos.

 

Transfusión de sangre

Una transfusión de sangre es un procedimiento médico habitual y seguro en el que se administra sangre de un donante sano a través de una vía intravenosa (IV) insertada es uno de los vasos sanguíneos. Las transfusiones de sangre se usan para reponer sangre que se perdió en una cirugía o por una lesión. Este tratamiento aporta sangre si el cuerpo no está produciendo sangre correctamente por su cuenta.

Hay cuatro tipos de productos derivados de la sangre que se pueden administrar mediante transfusiones de sangre:

  • sangre entera
  • glóbulos rojos, las células sanguíneas que transportan el oxígeno por el cuerpo
  • plaquetas, fragmentos de células sanguíneas que ayudan a la sangre a coagular
  • plasma, la parte líquida de la sangre

La mayor parte de la sangre usada para transfusiones proviene de donaciones de sangre entera realizadas por donantes de sangre voluntarios. A veces, a una persona se le extrae su propia sangre y se almacena durante unas semanas antes de realizar una cirugía programada, por si se la necesita.

Después de que un médico determina que usted necesita una transfusión de sangre, se evaluará su sangre para asegurarse de que la sangre que reciba sea compatible. Las transfusiones de sangre suelen tardar de 1 a 4 en completarse. Usted será monitoreado durante el procedimiento y después.

Las transfusiones de sangre suelen ser muy seguras porque la sangre donada se evalúa, manipula y almacena con cuidado. Sin embargo, existe una pequeña posibilidad de que su cuerpo tenga una reacción leve, o incluso grave, a la sangre de donante.

Otras complicaciones de las transfusiones de sangre pueden incluir:

  • fiebre
  • problemas cardíacos o pulmonares
  • al inmunización, que ocurre cuando el sistema de defensa natural de la sangre ataque las células sanguíneas de donante
  • reacciones infrecuentes pero graves en las que los glóbulos blancos del donante atacan los tejidos sanos de su cuerpo

Algunas personas también tienen problemas de salud por un exceso de hierro después de recibir transfusiones frecuentes. También existe una pequeña posibilidad de contraer una enfermedad infecciosa, como hepatitis B o C, o VIH a través de una transfusión de sangre. En el caso del VIH, esa posibilidad es de menos de uno en un millón. Las investigaciones científicas y los controles médicos estrictos hacen que el suministro de sangre donada sea muy seguro.

 

Trasplante de sangre y médula ósea

Un trasplante de sangre o de médula ósea, también llamado trasplante de células madre hematopoyéticas, reemplaza las células madre formadoras de la sangre que no están funcionando bien por células sanas de donante.

Los trasplantes de sangre o médula ósea se realizan en un hospital. A menudo, es necesario permanecer en el hospital por una o dos semanas antes del trasplante para prepararse. También recibirá medicamentos especiales y, posiblemente, radiación para destruir sus células madre anormales y debilitar el sistema inmunitario antes del trasplante, para que el cuerpo no rechace las células del donante después del procedimiento.

El día del trasplante, usted estará despierto y es posible que le administren un medicamento para relajarse durante el procedimiento. Las células madre se administrarán por una vía IV (un catéter intravenoso). Las células madre se desplazan por la sangre hasta llegar a la médula ósea, donde comienzan a producir nuevas células sanguíneas sanas.

Cuando las células madre sanas provienen de uno mismo, el procedimiento se llama trasplante autólogo. Cuando las células madre provienen de otra persona, que se denomina donante, se trata de un trasplante alogénico. Para los trasplantes alogénicos, los médicos tratan de hallar un donante cuyas células sanguíneas sean las más compatibles con usted. Su médico considerará el uso de las células de sus familiares más cercanos, de personas que no están relacionadas con usted y que se hayan registrado en el Programa Nacional de Donantes de Médula, o de sangre de cordón umbilical de bancos de sangre públicos.

Su proveedor de atención médica seguirá vigilándolo durante la recuperación, por lo general, durante un año o más. Después del trasplante, sus recuentos sanguíneos se controlarán con frecuencia para ver si empezaron a crecer células sanguíneas nuevas en su médula ósea. La duración de su recuperación dependerá de muchos factores. Antes de dejar el hospital, recibirá instrucciones detalladas sobre cómo prevenir las infecciones y otras complicaciones.

Aunque el trasplante de sangre o médula ósea es un tratamiento eficaz para algunas afecciones, el procedimiento puede traer complicaciones.

Los medicamentos y la radiación necesarios antes del trasplante pueden causar efectos secundarios, entre ellos:

  • náuseas
  • vómitos
  • diarrea
  • cansancio
  • llagas en la boca
  • erupciones en la piel
  • caída del cabello
  • daño en el hígado

Estos tratamientos también pueden debilitar las defensas naturales del cuerpo contra gérmenes y enfermedades y pueden aumentar el riesgo de infección.

Después del trasplante, algunas personas pueden tener una complicación grave llamada enfermedad de injerto contra huésped, que ocurre cuando las células madre donadas atacan el cuerpo. En otros casos, el cuerpo puede rechazar las células madre del donante después del trasplante, lo cual puede ser una complicación extremadamente grave.

Last updated on