Haga actividad física
Ya sea caminar con su familia un sábado por la mañana, o después de la cena, o lavar el automóvil juntos, ¡Podemos!® lo motiva a que aumente su actividad física y la de su familia para mantener un peso saludable.
Cuando hace actividad física, usted utiliza calorías almacenadas de todos los alimentos que ha consumido durante el transcurso de un día. Todo lo que su familia come y bebe, desde el cereal del desayuno hasta los refrescos que beben con la cena, se almacena en el cuerpo en forma de energía. Si esta energía almacenada no se utiliza, se produce un desequilibrio que puede llevar a un aumento de peso.
No obstante, equilibrar el consumo de alimentos con la actividad física es posible y no tan difícil como se cree. Cuando nos referimos a una mayor actividad física, no pretendemos que usted y sus hijos salgan a entrenar como si fueran atletas de un maratón (salvo que quieran hacerlo, por supuesto).
La actividad física extenuante puede quemar una gran cantidad de energía, pero las actividades cotidianas también utilizan energía. El simple hecho de estacionar el automóvil más lejos del supermercado y caminar esa distancia adicional puede aumentar el gasto de energía de cualquier persona.
Usted es quien decide qué actividades son apropiadas para usted y para su familia y también depende de usted continuar haciéndolas. Vivimos en un mundo donde es muy fácil estar por horas frente a nuestras computadoras: enviando correos electrónicos, jugando videojuegos o comprando, ya sea en el trabajo o en la casa. También resulta muy tentador quedarse frente al televisor luego de un largo día de trabajo.
Lo mismo ocurre con los niños. Pasan horas sentados en sus pupitres en la escuela, regresan a casa y se vuelven a sentar para hacer la tarea y, luego, quizá conversan con algunos amigos online o se sientan delante del televisor mientras envían algún mensaje de texto.
Si agregamos que muchos estudios demuestran que las personas generalmente consumen alimentos cuando están delante de una pantalla (del televisor o de la computadora), tenemos la receta perfecta para el aumento de peso. Por eso, es importante que intente combatir la tentación de quedarse en el sofá. Al contrario, levántese y muévase para que con el ejemplo los niños que lo rodean hagan lo mismo.
La actividad física puede hacer mucho más que ayudarlo a mantenerse en forma, también puede mejorar su salud en general, como por ejemplo:
- aliviar el estrés
- mejorar el sueño
- fortalecer los huesos y músculos
- hacerlo sentir lleno de energía
- desarrollar fuerza y resistencia
- hacerlo sentir bien consigo mismo
- darle algo para hacer cuando está aburrido
- brindarle una forma de conectarse con su familia y amigos
En las pautas sobre actividad física para los norteamericanos del 2008 , el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda que los niños y adolescentes realizen actividad física durante, al menos, 60 minutos todos o casi todos los días.
El asma y la actividad física en los niños
Algunas enfermedades como el asma, pueden hacer que los niños dejen de participar en actividades físicas, pero estas condiciones no deben impedir que su familia se mantenga activa. Consulte con el profesional de la salud de su hijo para asegurarse de que el plan de tratamiento le permita controlar adecuadamente el asma. Cuando el asma está bien controlada, la mayoría de los niños puede realizar cualquier tipo de actividad física que elijan. Para más información, visite la página de publicaciones sobre enfermedades pulmonares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), o de la Iniciativa Nacional del Control del Asma del mismo instituto, disponible en inglés. |